Llega uno de los momentos más esperados del año: las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, o PASO. En un contexto donde la dispersión de resultados que muestran las encuestas es tan grotesco, las PASO serán un gran termómetro para ver cómo vienen los números de acá a las elecciones generales de octubre.

Pero cuidado, no sólo serán un termómetro, ya que las PASO en sí mismas pueden generar efectos electorales. Principalmente por dos vías: la económica y financiera, y por otro lado la política.

Un resultado positivo para el gobierno actual podría desatar un círculo virtuoso que lo ayude a pasar sin sobresaltos financieros la recta final hacia las generales, lo que a su vez ayude a mejorar algunos indicadores económicos. Lo contrario podría darse en un escenario a la inversa.

Por otro lado el impacto sobre la imagen de uno u otro candidato, de mostrarse como un claro ganador de las PASO, podría generar una tendencia difícil de cambiar. Obviamente en el medio habrá matices.
Ahora lo interesante es definir qué es positivo o negativo para un lado o el otro. Y la realidad es que como siempre decidimos, lo importante es lo que espera el mercado. A raíz de eso replicamos una reciente columna que publicamos sobre el tema:


Cómo invertir en eventos dicotómicos

Entramos en la recta final de las elecciones presidenciales, un proceso que se inaugura con las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) el día 11 de agosto, y que puede que se extienda hasta una posible segunda vuelta el día 24 de noviembre. 

En materia de inversiones, lo más importante es que se trata de una elección muy polarizada entre dos opciones que para el mercado significan extremos opuestos prácticamente. Es decir que el impacto dependiendo de quién gane en el precio de los activos será muy distinto. Y cuando hablamos de activos nos referimos al dólar, a la tasa de interés, a las acciones, a los bonos en pesos, y a los bonos en dólares básicamente.

Queda claro, al margen de cuál sea el candidato favorito de cada uno, que Mauricio Macri es el preferido del mercado, y que Alberto Fernández despierta temor basado en la experiencia de 12 años de kirchnerismo y de su forma de relacionarse con el mundo inversor.  Y queda claro que como inversores, debemos dejar las emociones y lo que esperamos que pase de lado, e intentar pensar con la mente fría.

Es interesante en este contexto analizar cómo se invierte en general en este tipo de situaciones. Lo primero que debemos considerar es que el mercado se maneja por expectativas. ¿Qué significa esto? Que si el mercado espera que algo sea “muy malo”, y sólo termina siendo “malo”, eso es una buena noticia para el mercado. Lo mismo a la inversa.

En segundo lugar hay un viejo adagio bolsero que indica que “el mercado siempre castiga los consensos”. Esto quiere decir que si todos estamos comprados en un activo esperando que algo pase, es probable que cuando eso ocurra haya poco margen para que ese activo siga subiendo. Pero si por el contrario ese evento no se da, y estamos todos del mismo lado de la mesa, es probable que el precio se desmorone rápidamente.

Vamos a dar un ejemplo sencillo en base a lo que ocurrió en las elecciones presidenciales de octubre del 2015. Primero que nada el mercado esperaba en general un triunfo de Scioli por un buen margen, y por otro lado en líneas generales el mercado llegaba “vendido” a éstas elecciones. Por ello es que la estrategia planteada en ese entonces fui “irse comprados” a las elecciones. Si finalmente ganaba Scioli por amplio margen había poco para perder (escenario ya descontado y mercado vendido), pero si el resultado era favorable a Macri había mucho para ganar. Y esto último fue lo que terminó pasando.

A éstas elecciones PASO llegamos con un mercado que espera un triunfo de la fórmula Fernández-Fernández por alrededor de 5 puntos sobre Macri-Pichetto. Es decir que si el triunfo fuera por más de 5 puntos es probable que el mercado se asuste, si es por ese margen es probable que no veamos grandes cambios, y si es por menos es probable que algunos activos suban de precio.

Por otro lado, en líneas generales, algunos activos argentinos llegan muy golpeados a las elecciones. En especial las acciones y los bonos en dólares, es decir que el mercado está vendido en los mismos. Pero cuidado que aún tendrían margen para bajar en un resultado muy favorable a los Fernández. Es por ello que con todas éstas variables aquellos que quieran especular con el resultado de las elecciones deberán tomar sus decisiones de inversión. Entendiendo siempre lo que hay para ganar, pero sin dejar de considerar los riesgos que se corren.


Y entonces, ¿qué es lo que espera el mercado? A esta pregunta hace un mes atrás respondíamos que se esperaba un triunfo de la fórmula FF por alrededor de los 5 puntos, pero la mejora en la imagen del oficialismo ha bajado esta diferencia a niveles de 3 puntos.

Es decir que si vemos al oficialismo empatando o sacando una leve ventaja es probable que veamos un rally de los activos de riesgo argentinos, en especial de las acciones. Y en caso de un resultado entre empate y los 3 puntos esperados, sería un escenario de moderado optimismo y beneficiaría a los activos como la renta fija en pesos

Por otro lado los escenarios que beneficien a la oposición podrían dar lugar a mayores presiones sobre el tipo de cambio y sobre el riesgo país. Donde en un escenario moderadamente pesimista habrá que ver la capacidad del gobierno, y en especial del BCRA, de manejar esa situación de cara a no perder todas sus posibilidades en la elección de octubre. Por último en un escenario muy beneficioso para la oposición la dinámica negativa en los activos podría ser casi imposible de administrar.

De todas formas también habrá que estar atentos a otros resultados no tan simples de apreciar como por ejemplo:

  • Porcentaje de participación del electorado en las PASO: que tiende a ser menor al de las generales, y que en las generales tiende a favorecer al oficialismo (por eso Juntos por el Cambio está haciendo campaña en pos de una alta participación.
  • Los votos de alternativas como por ejemplo Espert y Gomez Centurión, por considerarse votos que a priori deberían tener mayor afinidad con el oficialismo en instancias decisivas.
  • El resultado de la provincia de Buenos Aires, donde las encuestas dan malos números en general, donde no hay segunda vuelta, y donde se concentra por mucho la mayoría del electorado.

En relación a la provincia de Buenos Aires no podemos olvidar lo que pasó no sólo en las elecciones del 2015, sino también en el 2017. Donde los números de las encuestas nunca favorecieron al oficialismo, y donde terminó ganando. Puntualmente las encuestas en provincia de Buenos Aires antes de las elecciones le daban una ventaja de aproximadamente 5 puntos a Cristina Fernández sobre Esteban Bullrich, y las PASO le dieron a este último un triunfo de unos 4 puntos. 

A priori uno debería pensar que Cristina es una figura que tracciona más votos que Kicillof, y por otro lado que Vidal debería traccionar más que Bullrich. Aunque también se entiende que la situación de la economía no es la misma en 2019 que en 2017, y que Macri es una figura que le pesa a Vidal en la provincia. Habrá que ver cuál de todos estos factores tiene mayor peso, aunque tampoco podemos fiarnos de las encuestas en este distrito electoral.

La situación del dólar

Por otro lado, vale la pena hacer unos breves comentarios sobre la dinámica que viene mostrando el dólar en los últimos días, y que contario a lo que uno podría pensar no se debe tanto a los nervios de las elecciones, sino al contexto internacional y en especial a una persona: Donald Trump. 

El primer fenómeno fue la esperada reunión del comité de política monetaria de la Fed, para el que se descontaba una baja de 0,25 puntos porcentuales de la tasa de interés de referencia. Esta baja se dio, pero el problema es que una parte del mercado parecía estar esperando incluso una baja mayor, e incluso un sendero de bajas de hasta 3 más en el año. A lo que el presidente de la Fed, Jerome Powell, respondió diciendo que la baja no era el comienzo de un ciclo, sino un fenómeno puntual. Esto desató una suba generalizada del dólar a nivel mundial, que llevó a que el Dollar Index alcanzara niveles que no se veían desde hace más de dos años.
Ésta situación empeoró cuando Trump hizo dos movimientos que perjudicaron aún más la situación:

  1. Nuevamente criticó con dureza a la Fed, poniendo en jaque su confianza.
  2. Reavivó la “Guerra Comercial” con China imponiendo nuevos aranceles a nuevos productos chinos, diciendo que no había avances en las negociaciones y que China estaba incumpliendo sus promesas.

Para terminar de cerrar un muy mal cuadro para los emergentes, en el día de hoy China dejó depreciar el yuan a niveles superiores a la barrera psicológica de 7, reavivando los temores de que pasemos a una guerra de monedas.

Habrá que ver si se trata de una muy peligrosa estrategia de Trump para forzar a que la Fed haga lo que él quiere. El problema es que por el momento los emergentes son una víctima de la situación, y que esto llevado al extremo podría dar lugar a una fuerte corrección de los mercados a nivel mundial.


Cerramos con una nota de color: En su revisión trimestral, MSCI determinó que Argentina subió su participación un 25% desde la última fecha de análisis. Lo que marca una buena performance en comparación con Latam que se mantuvo estable, y emergentes que cayó un 5,16%. En consecuencia, el peso de Argentina aumentaría de 2,86% a 3,58% en Latam y de 0,26% a 0,33% en emergentes. Un aumento relevante para los activos argentinos.


Exponemos a continuación nuestro seguimiento de ideas de inversión:

Lic. Fernando Galante
Director y Economista Jefe de CHIMPAY S.A

Lic. Juliana Olcese
Economista