Los detalles de la revisión de las metas de junio del programa con el FMI confirmaron un triple secreto a voces:

i) aún cumpliéndose formalmente el programa perdió su capacidad de anclar expectativas;

ii) el FMI está jugando a que el tiempo pase;

iii) lo relevante de la política económica de los próximos meses pasará por fuera de los compromisos que se establecieron en el acuerdo.