Resumen y conclusiones

La desaceleración de la inflación de abril permitió al gobierno profundizar la estrategia oficial en el frente monetario. En la previa a la mega licitación: (i) bajó nuevamente la tasa de política monetaria, (ii) anunció que el Tesoro comenzará a licitar lecaps cortas con una tasa mínima superior a la de pases, y (iii) estableció que las lecaps emitidas de forma primaria no computarán para la exposición al sector público.

El propósito principal era acelerar el saneamiento de la hoja de balance del BCRA. La invitación fue difícil de rechazar, y el gobierno obtuvo un financiamiento neto por $8.6 billones que destinará a la recompra de deuda al BCRA mientras que el remanente se dejará en una cuenta en pesos del Tesoro con el objetivo de constituir un colchón de liquidez.

Con esta jugada en conjunto, el gobierno logra avanzar en varios objetivos clave que le permiten sentar las bases para una eventual unificación cambiaria. Sin bids del BCRA y con vencimientos que en el futuro deberá renovar el Tesoro, las tasas se vuelven más de mercado. Con estos pasos el gobierno allana la salida del cepo, aunque su concreción todavía no sea inminente.