Lunes 11 de Noviembre

En nuestros últimos informes venimos haciendo referencia a que el mercado se encuentra en modo “Wait and See” (esperar y ver), y que los ojos se centran en todo tipo de definiciones sobre los siguientes temas:

  • ¿Quiénes formarán parte del equipo económico?
  • ¿Qué rol jugará Cristina Fernández y La Cámpora?
  • ¿Cuáles serán los planes en materia fiscal, monetaria y económica?
  • ¿Cómo será la relación con el FMI? ¿Qué solución se buscará?
  • ¿Cómo y cuándo será la renegociación con los acreedores privados?
  • ¿Cuál será la política externa de la Argentina que viene?

Por ello no debería sorprendernos que ante la falta de definiciones, el mercado se pueda empezar a impacientar. Lo que podemos ver por ahora es que el presidente electo ha sido muy ambiguo en la mayoría de los temas. O podríamos decir que en la primera semanas post-elecciones hubo algunos guiños pro mercado que apuntalaron algo a los precios, pero en la semana que pasó esos guiños fueron más bien en contra de lo que el mercado espera, y por ello los precios de los activos sufrieron. En líneas generales estamos prácticamente en los mismos precios que antes de las presidenciales del 27 de octubre.

Algunos ejemplos de esta ambigüedad son la foto de la transición con Macri, y la posterior falta de contacto entre los delegados de cada lado. El llamado con Trump y la entrevista con Correa. E incluso lo distintos que son para el mercado los nombres que dan vuelta, donde un Redrado y una Marcó del Pont claramente no tienen la misma consideración. Como tampoco tendrían la misma ponderación del mercado Nielsen o Kulfas.

El gran problema es que las variables macro de la Argentina se siguen deteriorando en perjuicio incluso del gobierno que asumirá el próximo 10 de diciembre. Por ello es que sería muy sano empezar a ver definiciones al menos de la conformación de los próximos ministros claves y del plan económico.

 

Un aspecto positivo es que por el momento el cepo ha dado el resultado buscado: detener el drenaje de reservas. Así la formación de activos externos cayó de niveles USD 3.000 millones al mes, a un estimado en torno a los USD 500 millones. También prácticamente se detuvo totalmente la salida de depósitos en dólares de los bancos (pese a que no hay restricciones en esta materia).

Para cerrar en materia de inversiones para aquellos que buscan colocaciones en pesos de corto plazo seguimos favoreciendo el uso de cauciones bursátiles y de los cheques de pago diferido avalados. Evitando de esta forma el riesgo soberano y de las Leliqs en los bancos.

Para aquellos que buscan oportunidades en la deuda en dólares es importante definir una estrategia ya que hay mucha diferencia de riesgo y de potencial ganancia entre las distintas alternativas. Es por ello que no se percibe el mismo riesgo entre bonos legislación local o internacional, entre soberanos y corporativos, entre bonos del canje anterior y los emitidos en el último tiempo.