Resumen y conclusiones

Tras la devaluación del tipo de cambio oficial el día después de las PASO, la inflación de agostó alcanzó el 12.4% mensual y fue la más alta desde la salida de la hiperinflación. La novedad fue que el traspaso a precios de la devaluación no tuvo precedentes por su velocidad, y en consecuencia, la ganancia en términos de tipo de cambio real será licuada en tiempo récord.


La respuesta del gobierno tras la devaluación pasó por anunciar un conjunto de medidas que mejoraran los ingresos de bolsillo de los sectores menos favorecidos y la clase media, una nueva versión del “plan platita”. A pocos días de conocerse el dato de inflación, el gobierno se anticipó anunciando medidas adicionales que incluyen la suba del mínimo no imponible de Ganancias y la devolución de IVA de bienes de primera necesidad para trabajadores y jubilados.


Este shock de demanda tiene un impacto potencial cercano a 1 punto del PBI y está concentrado en el último trimestre, y sin medidas para apuntalar la oferta, promete mayor inflación a futuro. Pero, además, el atraso de los precios regulados y del tipo de cambio real complicarán el punto de partida del próximo gobierno.