La primera semana de julio marcó una pausa para el rally de precios de bonos y acciones, que habían completado un mes de junio extraordinario.
 

El contexto internacional no ayudó. Los datos de empleo conocidos esta semana en EE.UU. reforzaron la idea de las minutas de la FED respecto que el ciclo de endurecimiento monetario todavía no terminó. La probabilidad de una suba de 25 puntos básicos en la próxima reunión de este mes trepó al 92% y disparó un ajuste de la deuda de alto rendimiento y de mercados emergentes que contagió a los activos locales.
 

Pero los determinantes locales fueron más relevantes: la falta de progreso en la negociación con el FMI y la reunión de Massa con su par egipcio (segundo deudor del FMI) provocaron temores respecto de un eventual default con el organismo.
 

Entendemos que estos factores son transitorios y no modifican la visión que venimos sosteniendo. En el presente reporte, analizamos la perspectiva de las distintas clases de activos en pesos en diferentes escenarios macro desde hoy hasta la transición presidencial.

Los precios de mercado y la macro están hoy yendo por carriles separados. La mejora de expectativas que hoy reflejan los precios de los activos no alterará el deterioro esperado de la macro para fin de año: menor nivel de actividad, más inflación y mayor presión sobre el tipo de cambio oficial.