Explorando los determinantes de la caída de la deuda en pesos
El derrape de los bonos en pesos se agravó sensiblemente esta semana, en dos jornadas donde el funcionamiento de mercado se vio casi paralizado como en los días más críticos de la reestructuración de la deuda en pesos de 2019-2020.
Si bien la primera tentación es atribuir ese comportamiento a las dudas crecientes sobre la dinámica de deuda que empezaron a sobrevolar en el mercado desde abril pasado, entendemos que hay una serie de factores técnicos que apuntan en otra dirección. Si esta interpretación es correcta, el tramo corto de la curva de Leceres representa hoy una oportunidad atractiva.
Poner el foco en el aspecto técnico de la corrección y sus consecuencias de corto plazo no invalida que haya temores legítimos y justificados sobre la dinámica de la deuda en el mediano plazo. Nuestra visión ahí no es que sean infundados, sino que resulta demasiado pronto para expresarlo de esta manera en precios, habida cuenta de la cantidad de herramientas con los que cuenta el gobierno para poder mitigar este problema en el corto plazo.
Los eventos de esta semana refuerzan nuestra visión sobre el tipo de cambio libre para el segundo semestre: tanto la intervención de organismos públicos en el mercado secundario de bonos de ayer y hoy, como muchas de las herramientas que tiene a disposición el gobierno para recomponer la curva de pesos son expansivas a nivel monetario y agregan presión al tipo de cambio libre (CCL).