Resumen y conclusiones

El terremoto político que dejó las PASO y la devaluación posterior impulsó la disparada de los dólares financieros dejando a la brecha en un nivel incluso superior al pre electoral. Si bien nuestra visión apunta a que la inflación ganará la pulseada, es probable que la brecha se siga ampliando y que las presiones sobre el tipo de cambio oficial vayan en aumento.
 

La confirmación de los desembolsos del FMI, sumado a los préstamos de otros organismos internacionales y el salto cambiario reciente trajeron algo de aire y creemos que el gobierno tendrá margen de maniobra para llegar hasta las elecciones sin otro sobresalto. No obstante, la aceleración dramática de la inflación licuará el efecto de la devaluación en tiempo récord.


En este contexto, evitar un salto de los tipos de cambio dependerá fundamentalmente de la habilidad política para traer algo de calma a los mercados y la capacidad de intervención del BCRA. El gobierno no tiene incentivos para devaluar hasta entonces y es más probable que restrinja el acceso al MULC aún más para evitar un salto, pero lo que suceda el día posterior dependerá en buena medida del resultado electoral y de lo que pueda haber sido acordado con el Fondo.